Ubume

Relato corto

Querida Uchán:
   Anoche llegué a casa de mis tíos. Según me han dicho, el señor Takeshi opina que debido a mi frágil estado de salud el respirar el aire puro del campo será beneficioso para mí. Pero yo no les creo. Estoy seguro de que me han enviado aquí por otro motivo. 
       Pienso que tanto el señor Takeshi como mis tíos creen que estoy loco. Pero tú no piensas eso de mi, ¿verdad? Eres la única amiga que tengo. Uchán, tu me crees, ¿no? ¿Recuerdas lo que te conté la noche que nos escapamos del orfanato? La he visto; y no una ni dos veces, sino cada noche. 
  Al apagar las luces soy el último en quedarme dormido. No habla ni se mueve; solo me mira. No deja de observarme hasta que me duermo. He tratado de hablarle; le he preguntado quién es, qué quiere de mí. No me contesta. Le he pedido que se marche, que estaba asustado. Me sigue mirando fijamente tras ello. Al final me duermo preso del cansancio y cuando despierto a la mañana siguiente ya no está. 
        Un día, el señor Takeshi me escuchó hablar. Entró en el dormitorio y ya no la veía (seguramente se escondió, pero no me di cuenta). Me regañó por estar molestando a los otros niños y al cerrar la puerta allí estaba ella de nuevo, en la misma postura estática en la que se encontraba hacía unos minutos. 
         Al cabo de una semana el señor Takeshi me reunió en su despacho y me hizo una pregunta extraña: quería saber por qué hablaba solo por las noches (por eso pienso que cree que estoy loco, pero el enfermo es él, que no es capaz de ver lo obvio). Le expliqué que le pedía a aquella mujer que se marchara. Discutimos, porque él me aseguraba que no había ninguna mujer, y yo le decía que sí. 
     Pasadas dos semanas desde aquella conversación me volvió a reunir para decirme que me trasladaban a casa de mis tíos. Yo me opuse, ya que ellos no se quisieron hacer cargo de mí cuando mi papá se marchó. Quería quedarme en el orfanato a tu lado Uchán, pero ni siquiera me dejaron despedirme de ti. 
      Le he preguntado a mis tíos y me han dicho que no volveré al orfanato hasta el final del verano, así que no nos veremos hasta dentro de dos meses.
          Anoche volví a verla.

Mito
La Ubume es posiblemente, de entre las criaturas mitológicas japonesas, de las que más me apasionan. Surgen del espíritu atormentado de mujeres que fallecen durante el parto o en días próximos tras el alumbramiento. Sobre este Yûrei se han escrito infinidad de mitos confiriéndole desde una apariencia maligna, donde se dedicarán a atormentar a mujeres sanas e intentarán raptar a su hijo para sustituir al que perdieron; hasta criaturas más amables donde procurarán el bienestar del hijo que dieron a luz, intentando comprarles dulces con monedas que terminan convertidas en hojas secas.

Sobre la Ubume, hay publicada una novela titulada “El verano de la Ubume” escrita por Natsuhiko Kyôgoku y editada en castellano por la editorial Quaterni. En el género de novela negra, se encuentra entre mis favoritas ya que fue la primera de muchas novelas policiacas que leí ese verano y sobre la que la citada editorial tiene un gran catálogo ya editado de muy buena calidad. Tras una primera parte, donde la conversación entre los protagonistas (Chūzenji Akihiko y Sekiguchi Tatsumi) es algo más árida; el resto de la novela es emocionante y terrorífica a partes iguales. Nos dirigiremos a un deteriorado hospital, donde sólo reside la familia propietaria del inmueble, los Kuonji. Aquejados por un desagradable problema: el embarazo anormal de una de las hijas de la familia. Un embarazo que ya va por el vigésimo mes. Un misterio sobrenatural que deberán resolver sus protagonistas. Os dejo el enlace por si estáis interesados en la obra:



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